lunes, 5 de junio de 2017

Hasta siempre escalada

Un día del mes de octubre de 2016 fue el día que me despedí de la escalada. Desde entonces no he vuelto a practicar esta pasión a la que he dedicado ocho años de mi vida con toda mi energía y motivación. Llevaba ya un año sintiendo los vaivenes de esa motivación que llenaba mi vida, que expandía toda mi energía en una dirección, la de salir en busca de roca y nuevas sensaciones.






Porque son esas sensaciones lo que más engancha de la escalada. Porque vives el aquí y el ahora, la clave de la felicidad. Te equipas con todo ese material frente a una pared y empiezas a ascender concentrado en cada paso y cada movimiento. Porque tu ego aparece queriéndote imponer sus miedos pero cuanto más atento estás en cada uno de tus movimientos, manteniendo una respiración constante, más inhibes al ego que trata insistentemente de mantenerte en tu zona de confort por miedo a que fracases.







Salir al monte y respirar aire puro, conectar con la naturaleza y rodearte de gente que comparta tu afición y vibre con la misma sintonía, dejar los problemas en casa e inhibirte de la mente insistente que nos dice que para ser felices tenemos que hacer algo.

De eso trata la meditación. De calmar tus pensamientos. Tu ego constante no hace más que lastimarse por el pasado, te rememora historias que ya sumaron, ya sea para bien o para mal, pero que ahora ya no las necesitamos, o preocuparse por el futuro, ¿llegaré a fin de mes?, ¿encontraré un trabajo?, ¿qué voy a hacer esta semana?, ¿me voy el jueves a escalar?, ¿voy el viernes?, ¿quién estará disponible?.








Este último año, he sentido que me asfixiaba, mi auto exigencia conmigo misma me agotaba. Mi vida estaba basada en el esfuerzo y el sacrificio. Me había puesto un listón muy alto y bajar de él me hacía sentir que fracasaba. Mi ego, mi identidad, mi careta, la imagen que doy al mundo, la he ido conformando en base a mis creencias, mis valores, la educación que he tenido en la cultura en la que me he criado, la información que he heredado de mis padres y hasta de mis abuelos, las carencias emocionales que he tenido de niña y las emociones que me transmitía mi madre cuando estaba en su vientre durante mi gestación... todo ello está en nuestro subconsciente y es que el 95-97% de nuestros actos son inconscientes, mientras que sólo el 3-5% de lo que hacemos y de cómo actuamos día a día lo hacemos de manera consciente.







Ese día del mes de octubre me rendí. Me cansé de buscar la felicidad en la escalada. Tomé consciencia de que tanto esfuerzo y dedicación no me llevaba a ningún lado. Que podía conseguir encadenar una vía pero que después de tanta lucha, esfuerzo y sacrificio no había nada. Que las metas que conseguía no me llevaban a ningún estado diferente, al contrario, retornaba a ese vacío infinito de felicidad.


Entonces, ¿qué hay que hacer para ser feliz? Pues todo es mucho más fácil de lo que lo hacía. En mi caso yo recurría a la escalada buscando un entorno de aceptación y reconocimiento, un reconocimiento que no podía ver en mí misma y que buscaba fuera. Un reconocimiento que no tuve de pequeña porque mis padres no lo supieron hacer de otra manera, y así crecí buscando su amor y su atención. La búsqueda inconsciente del reconocimiento de un padre del que me separé con doce años y que con veintidos empecé a conocer.








Aquí empezó mi viaje hacia el interior, dejar de hacer, dejar de tener, para encontrar mi verdadero ser. ¿Para qué haces lo que haces? Pregúntate siempre ¿PARA QUÉ? y NO ¿por qué?, porque el "por qué" te va ha llevar a excusas y justificaciones, mientras que el "para qué" te va a llevar a las emociones más profundas, aquellas que no queremos sacar, porque duelen, porque rememoran, pero les aseguro que una vez sacas todas esas emociones reprimidas en la infancia y perdonas, dejas de buscar, comprendes y perdonas, mueres para volver a vivir.








Cuando dejé de escalar, busqué en el yoga y la meditación el bienestar, la felicidad del aquí y el ahora. Pero de nuevo fue una búsqueda en lo exterior cuando la verdadera felicidad está en lo más profundo de mi ser.
Mi ego espiritual me engañó haciendo creer que si hacía yoga o meditación o era vegetariana o vegana o yendo a la India o a no se donde dicen ahora que hay que ir, iba a ser más espiritual. Pero qué completo error. No hay que hacer nada, nuestro ego nos lleva al hacer y al tener para identificarnos cuando la verdad está simplemente en ser.


Gracias a la Bioneuroemoción tomé conciencia de que vivía con los ojos cerrados, buscando fuera la felicidad que ya tenía dentro pero que no podía ver, porque inconscientemente actuaba bajo unos programas que llevamos dentro y una identidad que conformamos con el tiempo.


Me despido con una frase de Un Curso De Milagros que dice así, "(...) el renacimiento en sí no es más que el despuntar en la mente de lo que ya se encuentra en ella" Cap.6-I, pag. 102
























jueves, 15 de septiembre de 2016

Y por fin llegó Septiembre

Llevaré unos siete años practicando esta mágica pasión por la escalada y cada año me provoca sensaciones diferentes, me enseña sabias lecciones de gestión emocional, y cierto es que convivimos día a día con nuestro ego sin darnos cuenta, pero cuando estamos en la roca, saber dominar tu "yo inconsciente" nos puede ayudar a superar muchas barreras.

Para mi, una mujer de complexión delgada, metro sesenta de altura y con escaso peso en masa muscular, muchas vías físicas me quedan grandes, pese a que pueda encadenar 7b o 7c de un estilo no tan físico, ese mismo grado en un estilo más físico me genera miedo, mi ego me retrae de probarlas porque no quiere fracasar, me mantiene en mi zona de confort, por lo que evito meterme en esos "berenjenales".

 "Richelier" 7b/b+

Desde hace tiempo experimento cierto temor al 7c, un grado que mi mente relaciona con un estado físico muy fuerte para mi, o sea, "si te metes en un 7c, es que estás fuerte Patri", pienso. Sin embargo estar haciendo 7b a vista y cómoda no me provoca esa sensación. Es como si tuviera el grado de 7c idolatrado.

Este verano sufrí un bajón de motivación cuando volví de mi viaje a Estados Unidos, allá por Julio pasé una temporada de no escalar que tuve que remontar con los calorazos que se pasan en Aragón, pero como sabiamente me dijo un amigo un día, "si vas escalando malamente en Agosto, la recompensa llegará en Septiembre", y así está siendo.

Todo el mes de Julio y Agosto resbalando por diferentes sectores de Huesca y escapando a La Rioja en busca del fresco, llegó la super compensación.

Escalando entre 7b/b+ en Los Meses, hasta que un día me meto en un 7c (Welcome to the jungle, menuda jollita). Sin ninguna pretensión le puse las cintas y al segundo pegue lo saqué, "oye que sorpresa, pero si no estoy tan fuerte", me dice mi mente inocente.



A la semana siguiente escalando en la maravillosa escuela cántabra de La Hermida encadeno 7b+ y 7c(soft) a vista, oye pues vaya racha, no? Parece que de no parar de escalar, mi grado está subiendo, pero sigo sin probar nada más duro, con eso me conformo.

Sector Rumenes, Desfiladero de la Hermida

Seguimos escalando, seguimos resbalando con los calorazos de Agosto y llegó Septiembre. Nos escapamos a Valdegobía, Álava, después de cuatro años el sector la Campa sigue igual, repleto de 7cs y cacas de vaca, jeje.

Sector la Campa, Valdegobía

Esta vez miro el muro con otra actitud, ya no siento tanto miedo, pues es el momento de meterme en algún 7c, romper esa barrera mental que me mantiene en mi zona de confort. Me informo de qué vía es más recomendable y me recetan dos, "Pier no doyuna" y "Tres de marzo". Vale, vamos a por la primera que dicen que es más fácil.

Comienzo a escalar, sin ninguna pretensión, con todo mi respeto hacia tan temido grado. Voy ascendiendo, respirando, escalando y concentrada en cada paso, en cada agarre que me permite continuar. Mi intuición me indica de que llega el momento de apretar, la pared torna a un color blanco mármol y los agarres disminuyen de tamaño. Regletas ínfimas y diminutos pies que me van a hacer sufrir, pero allí voy. Las crispo casi hasta romperme los dedos sin permanecer mucho tiempo sobre ellas y continúo, joder los agarres no son nada buenos, hueveritas de media falange, pies malos pero que solo me mantienen allí unos segundos, continúo ascendiendo hasta llegar a mejores cantos y respirar, respirar y no pensar, sólo oxigenar. Fui ascendiendo por la vía con algún que otro apretón más hasta llegar a la cadena. Allí estaba, atravesando mi barrera psicológica, tenía que empezar a creerme que estaba fuerte, que tenía más potencial del que creía.
La vía "Tres de marzo" me pareció más complicada, una vía más física, resistente, pero que aun así sólo me supuso cuatro intentos hasta encadenarla.

"Tres de marzo" 7c

Contenta con mi progresión sigo tachando 7cs, el último en Foz de la Canal, Bielsa, ("Joe bar team", qué maravilla de línea!), este si que fue inesperado total, pues nunca me meto en semejantes desplomes y esta vía me desgastaba mucho físicamente, pero mira, segundo día en la Foz y me la llevo. Pues ya es el momento de meterme en 8as Patri, menos mal de que mis compañeros me empujan a ello que si no....ahí seguiría con mi querido ego en la zona de confort, que cada vez voy ampliando más, pero que es posible que no me permita explotar todo el potencial que hay en mi por el miedo al grado.

Arturo en el inicio deplomado de "Joe bar team"

Yo en el reposo de pierna en "Joe bar team"

Que maravilloso deporte, te aporta tanto, te motiva tanto, que sin darte cuenta tienes la casa hecha un desastre, lavadoras por poner, platos por fregar, ropas que recoger porque no paras en casa! Trabajar y escalar, que motivación!!! que energía!!! que ganas de salir a escalar....y que dure, que luego vendrá el bajón y habrá que retomar libros de lectura y ratitos de relax, por el momento a aprovechar la súper compensación de Septiembre!!!

I love climbing





miércoles, 3 de agosto de 2016

Querida motivación por la escalada:

Me desperté, sentí que te perdía, que ya nunca más volvería a disfrutar de aquella sensación...la felicidad de salir a escalar y no pensar, solo dejarse llevar por los sentidos, las emociones, las sensaciones... Daño mi piel, transformo mis dedos, mis pies, siento el miedo, la rabia, la superación, la felicidad, la sorpresa, el afán, la motivación!!!!...

Levantarme cada día, mirar al cielo y salir por ti, con ganas de comerme el mundo... Invades mi mente, no hay nada ni nadie que pueda detenerme, quiero volver a sentirte, quiero volver a tenerte....

Porque para mi eres un riesgo, un riesgo al que quiero apostar fuerte, vivir al cien por cien de mis posibilidades, sufriendo, amando, pero siempre sonriendo.... Caer el sol y soñar....soñar que al despertar te volveré a encontrar....




Hoy es un día nuevo y sigues sin estar... Yo aquí, rodeada de mar, a tantos miles de kilómetros, a veces estás tan cerca y otras tan lejos... Ya no se que pensar, si te fuiste para no volver, o sólo para dejarme descansar...

Cada puesta de sol te recuerdo, sé que estás allí, en alguna parte, en algún lugar, y que llegado el momento, aparecerás... Hasta entonces te desearé, me quedo con el recuerdo de lo que tantas veces me has hecho sentir, esas sensaciones que guardo tan adentro de mi...



miércoles, 13 de enero de 2016

La escalada a vista, camino de emociones!!!


Teníamos el cuerpo cansado, la espalda destrozada y las manos magulladas de escalar el día de antes, pero allí estábamos, de camino a San Pelegrín. Sin duda una de las mejores escuelas de escalada de Aragón.


Finaliza 2015 y hasta el mes que viene no volveré, yo creo que hoy le daré un pegue a “Reflexión” 8a. Una vía de más de cuarenta metros de placa gris, caliza abrasiva que te destroza yemas y gatos, compuesta por dos largos, unos treinta metros de 7c hasta la primera reunión (R1) y unas cinco cintas más, creo recordar, hasta la segunda reunión (R2).

Semanas antes había encadenado a vista el primer largo de esa vía. Ayer la presión era grande, tenía que repetir una vía de la que no recordaba nada y si llegaba hasta R1 seguir peleando hasta la cadena de aquella impresionante vía.

Calentamos previamente en un 6b+ y 7a preciosos, calentamiento suficiente para ir a muerte a por aquel rutómetro. Hace calor, el sol aprieta pero una ligera brisa fresca alivia cuando coges altura. Me ato la cuerda, me lastro con 21 cintas al arnés, me calzo los pies de gato y choco la mano de mi compi Sebas, quien con una sonrisa me anima, “que la disfrutes”. (Que grande!!!).

Comienzo a escalar, me agarro a regletas ínfimas que abrasan mis yemas, la punta del pie de gato apoya en pequeñas muescas de la roca de las que he de fiarme que no resbalaré. De repente me doy cuenta de que he subido demasiado, veo a mi izquierda agarres que me indican el camino, así que haciendo un gran esfuerzo destrepo como puedo y hago una travesía hasta llegar a mejores cantos. “Uf, empezamos bien”, pienso.


Fotografía de Javier Elizondo

Subo nerviosa, trato de llevar una respiración constante, observando donde colocar los pies para alcanzar la próxima regleta. De nuevo presiento que algo no he leído bien, tengo una chapa a mi izquierda, a la altura de la cintura, estoy incomodísima, apunto de caer, de mi cuerpo brotan sudores de esfuerzo y rabia, no puedo chapar, no me quiero caer!!! Sin poder mover las manos, porque si lo hiciera caería, pego un zapatazo contra la pared, con la suerte de que el pie de gato aguanta en adherencia, permitiéndome acomodarme, chapar y seguir escalando.

Uf, he gastado mucha energía, tengo la boca reseca, los antebrazos hinchados y el pulso a mil. Sigo chapando cintas, concentrada en la línea por la que mi intuición me lleva.


Fotografía de Javier Elizondo

La espectacular placa anaranjada por la que he ascendido torna a una impresionante pared gris, donde abundan laterales, invertidos y pies en adherencia. Paro a descansar, respirar y oxigenar mi cuerpo y mente. Desde allí diviso el camino, veo la reunión de este primer largo de unos 30 metros de interminable lucha y la impresionante placa gris de más de diez metros que me esperan hasta la segunda cadena.

Mi mente no hace más que hablar, “si me caigo, no le voy dar otro pegue, escalar hasta aquí ya ha sido toda una aventura”. Oigo a lo lejos el murmullo de gente, entre otros decotando la vía por la que estoy escalando, “¿habrán subido ellos lastrados con estas 21 cintas colgando y encadenando?”, pienso, en fin concéntrate y a lo tuyo. Vamos a por ello.


Fotografía de Javier Elizondo

“Voy” grito a mi compañero Sebas, que desde abajo empieza a perderme de vista, animándome en todo momento. Sigo escalando por esos invertidos, agarrando cada canto como si quisiera partirlos, hasta que llego a la primera reunión. Desde allí observo el percal, jaja. Menuda plancha gris de invertidos y laterales, subo pisando fuerte con los pies en adherencia, gritando en cada esfuerzo que me desgasta.



Fotografía de Javier Elizondo

De repente una sección me compromete de nuevo, estoy con los pies en adherencia, intentando llegar a un lateral pero no llego, los pies se resbalan, las manos me sudan y la tensión de todo mi cuerpo está apunto de hacerme caer. Ahhh, mi grito conánico empuja mi pie un poco más alto, permitiéndome coger un canto con la mano izquierda. Aliviada descanso como buenamente puedo, pero sin apenas detenerme, pues estoy incomodísima y los dedos de los pies se me han quedado dormidos.


Fotografía de Javier Elizondo

Continúo escalando, respirando, veo la última chapa y  la reunión. Me detengo a chapar de una pequeña hueverita, pero me está incomodando tanto que no puedo perder más tiempo, sigo escalando sin chapar ese último parabolt, convencida de que la dificultad de la vía ya había terminado.


Fotografía de Javier Elizondo

Allí estaba, exhausta y dolorida, chapé la cadena y disfruté de aquella emoción que invadió todo mi cuerpo. Habían sido más de 40 metros de intensa lucha y concentración, más de media hora de incertidumbres en la mente, un diálogo interior con ese “yo consciente” que sabía que podía hacerlo con técnica y actitud.


Así terminó mi 2015, disfrutando de sensaciones indescriptibles por aquellos momentos de lucha y superación.

Escalar a vista, para mi, la esencia de la escalada. Donde el aquí y el ahora determinarán el éxito de tu esfuerzo, donde cuerpo y mente crean esa sinergia causa de tus emociones. Camina en el ahora….ahonda en tus sentimientos, disfruta del camino.



SanPelegrín, 30 de diciembre de 2015









domingo, 6 de septiembre de 2015

Reflexiones de mi "yo consciente"

Enfoca tu atención en la siguiente presa, observa tus pies, no mires abajo, no pienses en la distancia que dejas detrás de ti, sólo respira, concéntrate en cada movimiento y sigue ascendiendo.

El método eficaz de dominar a tu mente, tu falso "yo", el ego. Le teme al fracaso,  a que no consigas llegar a la siguiente cinta, a caer, a el qué dirán. Teme a la muerte, por lo que tratará de llevarte a tu zona de confort, aquella zona en la que te sientes cómodo, identificándote con una apariencia física y habilidades personales reconocidas socialmente.

Sin embargo tu "yo consciente", aquel que no se identifica con tu mente, sabe que puedes llegar a la siguiente cinta sin caer, desea llegar superando todas las dificultades que le presente el camino, así que sé consciente, pon tu atención al aquí y ahora. No pienses en el "y si...", comienza a escalar y respira.


La escalada es mucho más que un deporte, es una actividad que te expone al riesgo, que tienta los límites de las capacidades físicas y mentales del ser humano. Es una lucha constante con tu ego, con los prejuicios que crea en tu mente. "No puedo, no estoy fuerte, me siento cansado, no voy a llegar, me voy a caer...pilla!!!") Y así nos mantiene en nuestra zona de confort.


Te recomiendo que pares, observa a tu mente hablar y quejarse, y ahora, actúa, es tu turno. Mira la siguiente presa, ves por ella, coloca sutilmente la punta de tu pie de gato sobre esa rebaba que divisas y sigue ascendiendo. Tu mente te replica que no estás cómod@, que en algún momento caerás y fracasarás, pero no es así, no le escuches, tienes la fuerza y la actitud como para superar esa incomodidad en la que te encuentras.


Chaparás la cadena y entonces sentirás!! Habrás dominado tu mente, habrás ampliado tu zona de confort, las emociones invadirán tu cuerpo. Amor, alegría y paz profunda.
Te sentirás tan grande que pensarás que nada puede empequeñecerte, pero ten cuidado, tus pensamientos volverán al acecho y en el próximo reto estarán allí para dominarte. Sé humilde, observa, aprende y disfruta del camino.

"Cuando seamos capaces de no identificarnos con la mente, llegaremos a la iluminación. ¿Cómo dejo de identificarme con la mente? Acabando con la ilusión del tiempo, ese pasado que te otorga una identidad y un futuro que contiene una promesa de salvación, de realización de algún tipo. Camina en el ahora, descubre tu verdadera esencia."(El poder del ahora, de Eckart Tolle)



viernes, 19 de junio de 2015

Teverga, Asturias, una cura de humildad.

¿Que vais a estar por Asturias en junio? Qué bueno!!! me pillo una semana y conocemos Teverga, que me han hablado muy bien del lugar!!!
Todo empezó en una conversación, un avión, unas horas de vuelo....y allí estaba, con mi amigo Jon recogiéndome en Oviedo, ¿dirección?, el paraíso!!!!



El día parecía bueno...no sabíamos muy bien donde ir ese primer día y para aprovechar la tarde, escalamos en el primer sitio a mano que encontramos, sector "entrecampos".

Era un lunes por la tarde y no había más que una cordada, Dan y yo. ¿Que quien es Dan? Dan es amigo de Jon, americano, que habla poquito español y que nunca a asegurado con un grillo, así que esa tarde me decidí a darle unas pequeñas instruccines de uso y manejo rápido para que me asegurara en un 7a+, "el blus del autobús". Lo vi muy seguro de si mismo, asi que escalé a muerte como siempre!!! la placa me hizo caer, pero no quise darle otro pegue, pues a la derecha había una linea suuuper atractiva, "pathetic man" 7b+.

Desde el suelo se divisa una preciosa placa color blanquecina grisácea, muy fina de regletas con un paso durito hasta llegar a las mega tufas!!!! comienzo a subir, motivadísima, "con todo el ansia" por escalar!!!



Empieza un baile de movimientos entre regletas, un invertido raro que te lleva al un paso duro, parece, venga voy!!! Aprieto las regletas casi hasta reventarlas, piso fuerte en la nada y allí voy.!!! mi grito "conánico" advierte de que estoy apretando, de que podía haber caído en ese momento, pero no, llegué a mejores cantos y respiré.

Divisé lo que me venía a continuación, dos chorrerones de las que no sabes ni por donde cogerlas, así que.... vamos al lío!!! empiezo a subir...me muevo entre ellas, hasta que la inercia me hace colocarme en oposición, una a mi espalda y otra frente a mi. Voy subiendo en chimenea, pero las piernas empiezan a flaquear... cada vez más incómoda entre ellas, divisando el final de ese agónico momento, pero sin llegar a él.

Mi altura no me permite llegar al final. Si suelto un pie, me caigo, agggg qué incomoda estoy, lo intento venga!!! Aahhhh, grito "conánico" "again", jaja, pero no me caigo, venga que ya salgo de ellas, un poco más!!! Aaaahhhhhh!!!! sí!!! lo cogí, un mejor canto que me permitió salir de aquella chimenea!!!!






Que bueno, me sentía superada!!! casi cayendo pero sin caer, ahora diviso el siguiente tramo estético, semidesplomado, veo buen canto.

Parece que se va dejando, bueno....ahora empieza a desplomar más, veo un canto evidende en chorrera a mi derecha, y tendré que ir con izquierda a un agujero que parece bueno, supongo que desde donde pondré la cinta, pues la chapa está a su altura....vamos allá!!!

Cojo la chorrera con derecha, muevo los pies hacia el mismo lado y me decido a chapar ya, haciendo un esfuerzo increíble pongo la cinta pero no estoy tan cómoda como para pasar la cuerda, así que sigo escalando, aaahhhhh, me lanzo con izquierda a por el agujero, desde allí intentaré chapar la cinta, pero nooooooo!!!! mi cuerpo pesa, mis antebrazos saturados no aguantan más, mi mano se abre y caigo!!!!

Hasta allí llegué!!! que pena!!! si hubiese salido de allí....igual la habría encadenado..... pero me sentía satisfecha, lo había dado todo, había hecho mi máximo esfuerzo y la vía era increíblemente preciosa, así que, escalé hasta llegar a la cadena y me decidí a darle otro pegue, claro que sí.

En un segundo intento la motivación no era la misma y desafortunadamente fallé en el paso de la placa, la gente me animaba a que le diera otro pegue, pero estaba cansada y satisfecha, quizá otro día, no había prisa....

La semana se presentaba lluviosa pero por lo menos en "entrecampos" hay algunas vías que escapan de la lluvia. En nuestro segundo día de escalada estuvimos escalando en el sector "bóvedas" y cuando terminamos, decidimos pasar por "entrecampos", si estaba seca me gustaría darle un pegue....




Nick me animó, "venga que la haces poniendo las cintas"!!! eso para mi no es animar, es presionar!!! jajaja, pero sin ninguna pretensión, me até la cuerda y me puse las cintas y los pies, la miré desde lo más abajo de su extensión y, como si de una lucha se tratara, la reté, voy por ti!!

Comencé a escalar, respirando, concentrada en cada paso, en cada movimiento, respirando, divisando, apretando y reposando.

Superé sin problemas todas las secciones más exigentes, llegué hasta donde me había caído la última vez y, tras chapar y acomodarme en la pared, esperé a que mi mente se tranquilizase y mis antebrazos se oxigenasen... estaba nerviosa, ya quedaba poco para llegar a la cadena.

Respira, estás incómoda, lo sé, pero tus antebrazos lo están agradeciendo... la siguiente sección sabía que no era fácil, pero, allí estaba, lo di todo, me agarré a esas lajas como si me fuera la vida en ello y seguí ascendiendo hasta llegar a la reunión.




Otro duelo ganado!! Que satisfacción se siente cuando, después de hacer tu máximo esfuerzo, consigues lo que te propones.... como la vida misma (que digo yo siempre, jeje). Haz siempre tu máximo esfuerzo!!! se puede perder una batalla, pero no la guerra.

La semana siguió su rumbo, el tiempo, pese a ser algo lluvioso nos permitió escalar en diferentes sectores. He de reconocer que no me encadené nada tan atractivo ni más duro que aquel precioso 7b+.

La exigencia de la escalada en Teverga te pone los pies en el suelo, te enseña que no siempre se está tan fuerte como uno piensa, ni siempre se puede triunfar!!!! Moraleja: me voy a poner a entrenar y, Teverga, te vas a enterar!!!! jajajaja.


"Chimos" 6c+ sector "bóvedas "


Cinco estrellas de ruta técnica y exigente


Tera y Jon escalando en sector "Muro techo"


7b de bloque en sector "Depuradora"

martes, 19 de mayo de 2015

Cuenca...paraíso semidesplomado!!!


Habíamos alquilado un piso en el centro de Cuenca con los colegas!!! Partimos desde Huesca Mery, Pipa y yo en la furgo de Pipa, parando a recoger a Jon por Zaragoza...allí nos encontraríamos con Julie, Lorena y Jorge...se prepara buen finde!!!





Llegamos agotados del viaje, cuatro horas y media, así que vamos a escalar que necesito mover las articulaciones, jeje.
Sector Alfar parece buen sitio para empezar!!! Hacemos un 6c y un 7a para calentar, parece que se nos da bien, ¿no?, venga pues probaremos un 7b, "Ella la araña", vía muy plaquerita que con una apretadita me la llevé a vista...¿donde vamos ahora Pipa? En el sector Sombretivo de al lado hay un 7c, "Dos pegues", muy recomendado. 

Comienzo a subir, es un 7c, mi miedo está anulado por la motivación que invade mi cuerpo, si la escalada no tiene un paso muy duro, puedo llegar hasta la cadena...respiro, diviso, me muevo, calculo las distancias, preveo posibles presas, aprieto y reposo, respiro, mi mente está en calma, concentrada en cada movimiento, y sin quererlo....allí estoy, en lo alto de la pared, chapando la reunión como si de un 7a se tratara. Que fuerte!! nunca había encadenado un 7c "a vista", que ilusión!! estaba titanizada!! así que seguí los consejos de mi partner, venga métete en el 7b+ de al lado, "amor al sikadur" que vas "to on fire"!!! jajaja, y así fue, que sin comerlo ni beberlo, llegué hasta la cadena de la reunión. 
Buah! yo ya había echado el finde en esa tarde, así que me relajé...tanto que la cena se nos fue un poco de las manos con tanta copa de vino.



"Dos pegues" 7c


Al día siguiente tenía lo que tanto nos fastidia tener a los escaladores, resaca!!!!! Pues sí, sale un día precioso para apretar en la roca y yo con este mal cuerpo.... jooooouuuuu!!! ¿Donde vamos hoy chic@s? Venga Valdecabras es un buen sector, además allí estarán Gonso y Bea escalando!!! 
Calentamos en Valdecabras Sur, algunos sextos y 7as no muy bonitos comparándolos con las vías del día de antes. Y llegó la pregunta del millón que me formuló mi partner Pipa, ¿y ahora? ¿que te apetece hacer?

Buah, tenía la cabeza embotellada, una indecisión terrible, pues las vías de aquel sitio no eran bonitas, y desde allí podíamos ver las impresionantes paredes del otro lado del barranco, Valdecabras Norte, pero yo con ese mal cuerpo donde iba a ir??!! Así que, tras momentos de indecisión le dije, "bah! vamos para allá!!" Nos encontramos con Gonso y Bea, quienes me motivaron para probar un 7c+, "Señorita incertidumbre".

Valdecabras Norte


Esa pequeña visera, me resultó familiar por su similitud al mallo Visera de Riglos, me atrajo desde el otro lado del barranco. En ella surcan mágicas líneas blancas desde el suelo hasta lo más desplomado de su vértice. Después de una noche de copas de vino y pocas horas de sueño, poca es la presión por encadenar una vía de este calibre, así que me pongo bajo ella, la miro, tan bella y sinuosa, deseada por tantos escaladores.... mi mente está tranquila , tengo la técnica, la fuerza y la actitud, te reto querida...voy por ti!!!

Escalo, respiro, aprieto y reposo, todo son sensaciones indescriptibles, mi cuerpo puede y mi mente quiere, me paro, observo el camino, calculo dónde colocar el pie para seguir caminando por este mágico sendero...todo va bien...falta poco para llegar a la cumbre, paro en un canto y diviso los últimos movimientos, dos lajas horizontales, un romo invertido que me llevará a alguna regleta buena o mala, no lo sé, cuando suba lo veré...

Respiro, intento oxigenar mis antebrazos, a lo lejos oigo a mis amigos animándome desde el otro lado del barranco, suelto mi mano derecha y saludo, jaja, me preparo y voy!!!

Aprieto, parece que no es tan mala la regleta, la crispo tanto como si me la fuera a llevar y allí estoy, se acabó el camino, chapé la reunión y observé las sensaciones... porque la escalada es eso, dejarse llevar por las sensaciones, vivir el momento, el aquí y ahora, tu mente y tu cuerpo creando una sinergia para llegar a lo más alto, para darte el placer de seguir disfrutando de la vida!!!!

7c+ "a vista"!!! todavía no era consciente de lo que había hecho, tan tranquila, con mi resaca de compañía, jeje, parece que se me habían pasado los males.
Aquel fin de semana terminó con buen sabor de boca, escalando en el sector Colmenas unos 6cs preciosos, y un 7a y 7b "a vista" de placa súper exigentes!!!!


Tenemos que volver a este magnífico lugar, gracias a todos los que lo hicisteis posible, me siento afortunada de que forméis parte del camino!!! Gracias!!!


Lorena en "El chulo del corral" 6c