jueves, 15 de septiembre de 2016

Y por fin llegó Septiembre

Llevaré unos siete años practicando esta mágica pasión por la escalada y cada año me provoca sensaciones diferentes, me enseña sabias lecciones de gestión emocional, y cierto es que convivimos día a día con nuestro ego sin darnos cuenta, pero cuando estamos en la roca, saber dominar tu "yo inconsciente" nos puede ayudar a superar muchas barreras.

Para mi, una mujer de complexión delgada, metro sesenta de altura y con escaso peso en masa muscular, muchas vías físicas me quedan grandes, pese a que pueda encadenar 7b o 7c de un estilo no tan físico, ese mismo grado en un estilo más físico me genera miedo, mi ego me retrae de probarlas porque no quiere fracasar, me mantiene en mi zona de confort, por lo que evito meterme en esos "berenjenales".

 "Richelier" 7b/b+

Desde hace tiempo experimento cierto temor al 7c, un grado que mi mente relaciona con un estado físico muy fuerte para mi, o sea, "si te metes en un 7c, es que estás fuerte Patri", pienso. Sin embargo estar haciendo 7b a vista y cómoda no me provoca esa sensación. Es como si tuviera el grado de 7c idolatrado.

Este verano sufrí un bajón de motivación cuando volví de mi viaje a Estados Unidos, allá por Julio pasé una temporada de no escalar que tuve que remontar con los calorazos que se pasan en Aragón, pero como sabiamente me dijo un amigo un día, "si vas escalando malamente en Agosto, la recompensa llegará en Septiembre", y así está siendo.

Todo el mes de Julio y Agosto resbalando por diferentes sectores de Huesca y escapando a La Rioja en busca del fresco, llegó la super compensación.

Escalando entre 7b/b+ en Los Meses, hasta que un día me meto en un 7c (Welcome to the jungle, menuda jollita). Sin ninguna pretensión le puse las cintas y al segundo pegue lo saqué, "oye que sorpresa, pero si no estoy tan fuerte", me dice mi mente inocente.



A la semana siguiente escalando en la maravillosa escuela cántabra de La Hermida encadeno 7b+ y 7c(soft) a vista, oye pues vaya racha, no? Parece que de no parar de escalar, mi grado está subiendo, pero sigo sin probar nada más duro, con eso me conformo.

Sector Rumenes, Desfiladero de la Hermida

Seguimos escalando, seguimos resbalando con los calorazos de Agosto y llegó Septiembre. Nos escapamos a Valdegobía, Álava, después de cuatro años el sector la Campa sigue igual, repleto de 7cs y cacas de vaca, jeje.

Sector la Campa, Valdegobía

Esta vez miro el muro con otra actitud, ya no siento tanto miedo, pues es el momento de meterme en algún 7c, romper esa barrera mental que me mantiene en mi zona de confort. Me informo de qué vía es más recomendable y me recetan dos, "Pier no doyuna" y "Tres de marzo". Vale, vamos a por la primera que dicen que es más fácil.

Comienzo a escalar, sin ninguna pretensión, con todo mi respeto hacia tan temido grado. Voy ascendiendo, respirando, escalando y concentrada en cada paso, en cada agarre que me permite continuar. Mi intuición me indica de que llega el momento de apretar, la pared torna a un color blanco mármol y los agarres disminuyen de tamaño. Regletas ínfimas y diminutos pies que me van a hacer sufrir, pero allí voy. Las crispo casi hasta romperme los dedos sin permanecer mucho tiempo sobre ellas y continúo, joder los agarres no son nada buenos, hueveritas de media falange, pies malos pero que solo me mantienen allí unos segundos, continúo ascendiendo hasta llegar a mejores cantos y respirar, respirar y no pensar, sólo oxigenar. Fui ascendiendo por la vía con algún que otro apretón más hasta llegar a la cadena. Allí estaba, atravesando mi barrera psicológica, tenía que empezar a creerme que estaba fuerte, que tenía más potencial del que creía.
La vía "Tres de marzo" me pareció más complicada, una vía más física, resistente, pero que aun así sólo me supuso cuatro intentos hasta encadenarla.

"Tres de marzo" 7c

Contenta con mi progresión sigo tachando 7cs, el último en Foz de la Canal, Bielsa, ("Joe bar team", qué maravilla de línea!), este si que fue inesperado total, pues nunca me meto en semejantes desplomes y esta vía me desgastaba mucho físicamente, pero mira, segundo día en la Foz y me la llevo. Pues ya es el momento de meterme en 8as Patri, menos mal de que mis compañeros me empujan a ello que si no....ahí seguiría con mi querido ego en la zona de confort, que cada vez voy ampliando más, pero que es posible que no me permita explotar todo el potencial que hay en mi por el miedo al grado.

Arturo en el inicio deplomado de "Joe bar team"

Yo en el reposo de pierna en "Joe bar team"

Que maravilloso deporte, te aporta tanto, te motiva tanto, que sin darte cuenta tienes la casa hecha un desastre, lavadoras por poner, platos por fregar, ropas que recoger porque no paras en casa! Trabajar y escalar, que motivación!!! que energía!!! que ganas de salir a escalar....y que dure, que luego vendrá el bajón y habrá que retomar libros de lectura y ratitos de relax, por el momento a aprovechar la súper compensación de Septiembre!!!

I love climbing